NAP WEEK 2024

Los efectos del cambio climático, particularmente intensos en América Latina y el Caribe, obligan a los países a responder de manera efectiva con acciones como la reducción de emisiones y el desarrollo de capacidades técnicas y resiliencia climática que permitan la adaptación a dichos impactos. 

Entre los mecanismos más diseminados destacan los Planes Nacionales de Adaptación al cambio climático (NAP, por sus siglas en inglés), que consisten en un proceso iterativo, continuo, participativo y transparente, impulsado por cada país, para identificar y abordar las prioridades nacionales con el fin adaptarse al cambio climático.

El enfoque de los NAP se estableció en el Marco de Adaptación de Cancún y el Acuerdo de París recalcó de nuevo su importancia.

Los NAP tienen como propósito reducir la vulnerabilidad a los efectos del cambio climático mediante la identificación de las necesidades en materia de adaptación a mediano y largo plazo, con base en los datos climatológicos más recientes. De esta forma se fomentan las capacidades de adaptación y resiliencia y se integra la adaptación en las políticas y los programas nuevos y existentes, especialmente en las estrategias de desarrollo.

Con el objetivo de fortalecer la capacidad de los estados para avanzar hacia estrategias de resiliencia climática y bajas emisiones para el desarrollo sostenible y el bienestar humano, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) coopera con los países en todo el mundo para elaborar sus NAP. A través de la Unidad de Cambio Climático, el PNUMA lidera y apoya diversas iniciativas orientadas a diseñar, promover e implementar soluciones innovadoras de mitigación y adaptación a nivel nacional y subnacional, y fortalecer el marco de transparencia de los países.  

La NAP Week 2024 tuvo lugar en San José, Costa Rica, del 10 al 14 de junio. En el evento participaron los equipos implementadores de los proyectos NAP de América Latina y el Caribe junto a especialistas de la oficina regional del PNUMA.

En el mensaje de apertura del evento, Andrea Brusco, directora adjunta regional de la Oficina de América Latina y el Caribe del PNUMA, indicó que los proyectos NAP son estratégicos dado que permiten que en los diferentes países se desarrollen herramientas concretas para mejorar las condiciones de los más vulnerables ante los impactos del cambio climático. Añadió que, para el PNUMA, es una gran oportunidad que se confíen recursos para trabajar en los distintos planes de adaptación en la región, al tiempo que se espera alcanzar todavía más países.

En pantalla, Andrea Brusco, directora adjunta regional de la Oficina de América Latina y el Caribe del PNUMA, exhortando a los participantes de la NAP WEEK 2024 a plantearse permanentemente cómo están impactando los NAP y si están ofreciendo soluciones concretas que cambien la realidad de las personas y los países en adaptación al cambio climático.

Este encuentro tuvo como objetivo intercambiar experiencias nacionales e internacionales sobre procesos técnicos, administrativos y de comunicación vinculados a los Planes Nacionales de Adaptación (NAP) de Costa Rica, Honduras, Panamá y El Salvador. El espacio fue propicio para examinar diversas iniciativas de adaptación, y debatir con otros países invitados de la región, como Cuba, sobre los avances en materia de adaptación y resiliencia.

La NAP WEEK 2024 fue una semana estratégica para los NAP que comienzan (El Salvador y Panamá) y, a su vez, ayuda a validar las respectivas estrategias de sostenibilidad para los que están concluyendo (Costa Rica y Honduras). Adicionalmente, la actividad contribuyó también a generar hacia los NAP un entorno regional propicio, desde la perspectiva de diferentes países.

Especialistas del PNUMA LAC y de los proyectos NAP de Costa Rica, Cuba, El Salvador, Honduras y Panamá.

Entre los principales resultados de la NAP WEEK 2024 se destaca el alineamiento de los distintos proyectos con las prioridades de la Unidad de Cambio Climático del PNUMA a nivel regional, concretamente en cuanto a información climática, estrategias financieras, herramientas de planificación, asociaciones estratégicas, capacitación, plataformas participativas y ciencia, a fin de potenciar los procesos y acciones de planificación de adaptación a nivel nacional y local.  

Otro aspecto primordial fue la vinculación de los NAP con las nuevas metas de adaptación (Programa de trabajo Glasgow-Sharm el-Sheikh) al igual que con los instrumentos disponibles para el financiamiento climático (taxonomía de finanzas sostenibles). 

Como oportunidades para mejorar figura el fortalecimiento de las capacidades de los aliados/socios implementadores de los NAP, lo que permitirá agilizar y darle mayor efectividad a la ejecución de los proyectos. 

Por otro lado, un área con gran potencial es la difusión de información, no solamente sobre los proyectos NAP y su avance, sino sobre el cambio climático, sus efectos y las acciones para la adaptación, lo que contribuirá a la sostenibilidad de los planes a largo plazo. 

En cuanto a los desafíos que enfrentan los proyectos NAP a lo largo de su ejecución, que en promedio es de entre 3 a 4 años, se destacaron los cambios de administraciones de gobierno, lo que implica construir vínculos y empoderar a los nuevos actores claves. En este sentido, se concluyó que la revisión y actualización de los grupos de interés de los NAP es un ejercicio permanente que permite construir canales de comunicación apropiados.

También se concluyó que dos temas indispensables para el éxito de los proyectos NAP son el involucramiento estrecho con el sector privado y productivo en cada país y la revisión exhaustiva de los marcos legales, toda vez que la implementación de los planes de adaptación al cambio climático requiere adecuaciones legales que son identificadas durante el diseño participativo de los planes.

Una dinámica espontánea se generó entre los participantes de la NAP WEEK 2024, cuando se compararon unas pañoletas impresas con visualizaciones gráficas de la variación de las temperaturas en el último siglo en distintas ciudades, conocidas como Warming Stripes y generadas por el científico Ed Hawkins.

Conozca los Proyectos NAP en Centroamérica y el Caribe

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