Cuando pensamos en viajar, una de las primeras decisiones que tomamos es cómo nos vamos a trasladar. ¿Lo haremos caminando, en bicicleta, en transporte público o privado? La decisión, si tenemos múltiples opciones, dependerá principalmente de las condiciones y necesidades de nuestro viaje, más que de si un vehículo es mejor que el otro.

De manera similar, la selección de qué metodología utilizar para el análisis de riesgos climáticos en un proceso de planificación para la adaptación dependerá del objetivo de la evaluación, su alcance, el sector al que está dirigido y las necesidades del proceso como tal.

Hoy, enfrentamos uno de los desafíos más apremiantes de nuestra era: el cambio climático. Los riesgos asociados al clima son cada vez más evidentes y su impacto se hace sentir a escala global, nacional y local. La necesidad de identificar, comprender y estimar estos riesgos es una pieza clave para gestionarlos.

Las amenazas climáticas son inherentes a la existencia de la tierra, pero también están exacerbadas por el calentamiento global de origen antropogénico. El riesgo surge de la coexistencia entre la sociedad y el entorno natural. Esta coexistencia, cuando está fuera de balance, genera un espacio donde las poblaciones y activos se ven expuestos a las amenazas climáticas, a la vez que factores sociales, económicos, culturales y políticos generan condiciones que hacen a la sociedad vulnerable a sus impactos. De este modo, el riesgo resulta de la interacción dinámica entre amenazas, exposición y vulnerabilidad.

La estimación de riesgos climáticos incluye la evaluación de las amenazas derivadas de eventos meteorológicos extremos, cambios en los patrones climáticos y la elevación del nivel del mar. Para esto, se utilizan modelos climáticos que permiten prever posibles escenarios, desde inundaciones hasta sequías. Complementariamente, las posibles consecuencias adversas sobre los sistemas ecológicos y humanos deben ser evaluadas[1]. Los análisis de riesgo climático permiten, por lo tanto, identificar las amenazas asociadas al clima, el grado de exposición del sistema y los factores de vulnerabilidad. Esta información es fundamental para prever, reducir y minimizar las consecuencias adversas.

Existen diversos enfoques y metodologías para realizar la estimación de los riesgos climáticos. Por una parte, los enfoques determinísticos realizan suposiciones sobre las relaciones entre los factores que describen el riesgo, de manera que “predicen” un comportamiento del sistema dadas ciertas condiciones. Por otra parte, los enfoques probabilísticos asocian probabilidades estadísticas a los comportamientos del sistema, presentados al azar y, por lo tanto, tienen asociado un grado de incertidumbre. 

DeterminísticosProbabilísticosCualitativos
a. Modelos de Circulación Global (GCM)
b. Desarrollo de Escenarios Climáticos
c. Análisis de Datos Históricos
d. Modelo hidrológico
e. Evaluación de Vulnerabilidad
f. Análisis de impacto socioeconómico
g. Mapas de Riesgo Climático
a. Análisis de Montecarlo
b. Análisis de Riesgo Bayesianos
c. Modelos Estadísticos Avanzados
d. Periodo de Retorno
e. Cadenas de Markov
f. Simulaciones Estocásticas
g. Modelos de Eventos Extremos
h. Funciones de Distribución Acumulativa (FDA)
i. Enfoques de Incertidumbre Paramétrica
a. Investigación participativa
b. Mapeo participativo
c. Técnicas de valoración cualitativa

En el enfoque determinístico se utilizan modelos climáticos como los de Circulación Global (GCM) y Modelos Regionales (RCM) para prever patrones climáticos a nivel global o regional. También se emplea el análisis de datos históricos que analiza registros climáticos pasados para proyectar posibles riesgos futuros y el Análisis de Escenarios Climáticos que representa diferentes trayectorias posibles del cambio climático.

Complementariamente, la evaluación de vulnerabilidad examina la susceptibilidad de sistemas naturales y humanos a los cambios climáticos, mientras que el desarrollo de escenarios socioeconómicos permite evaluar cómo los cambios climáticos afectarán a las comunidades, economías y sectores específicos. Los modelos hidrológicos son particularmente útiles para predecir comportamientos en las cuencas bajo cambios en las variables (por ejemplo, de precipitación). Finalmente, los mapas de riesgo climático ayudan a visualizar áreas expuestas a eventos climáticos extremos.

El enfoque probabilístico puede ayudar a comprender la probabilidad de ocurrencia de eventos extremos y sus posibles impactos. Algunas de las metodologías empleadas en análisis de riesgo son el Análisis de Montecarlo, que emplea simulaciones computacionales para evaluar posibles escenarios climáticos y sus consecuencias. El Análisis de Riesgo Bayesiano aplica la teoría bayesiana para actualizar las probabilidades de eventos climáticos extremos a medida que se obtienen nuevos datos. Modelos estadísticos avanzados utilizan distribuciones de probabilidad para representar la variabilidad y la incertidumbre asociadas con eventos climáticos extremos.

Además, otras metodologías como el periodo de retorno, cadenas de Markov, simulaciones estocásticas, modelos de eventos extremos y funciones de distribución acumulativa son alternativas metodológicas para comprender la probabilidad y magnitud de eventos climáticos extremos. Sin embargo, es importante de considerar la incertidumbre en los modelos climáticos y evaluar cómo afecta a las proyecciones de riesgos climáticos.

La aplicación de estas metodologías probabilísticas mejora la capacidad de los investigadores y tomadores de decisiones para comprender y cuantificar los riesgos climáticos, teniendo en cuenta la variabilidad y la incertidumbre asociada con el cambio climático.

Muchas veces la información cuantitativa no existe o no es accesible y, en otros casos, no es posible establecer un vínculo directo entre las amenazas climáticas y sus impactos. Por ello, con frecuencia se utilizan alternativas cualitativas, como la investigación participativa, el mapeo participativo o técnicas de valoración cualitativa. Este enfoque participativo involucra a múltiples actores en la evaluación de riesgos climáticos e integra el conocimiento local y las experiencias, mejorando la comprensión y la efectividad de las medidas de adaptación.

¿Cuál es la mejor metodología?

La determinación de la «mejor» metodología para la evaluación de riesgos climáticos se convierte en un ejercicio de equilibrio entre diversos factores. La complejidad intrínseca del cambio climático demanda enfoques integrados que aborden la interconexión de factores climáticos, sociales, económicos, culturales, políticos y normativos, solo por mencionar algunos.

Las metodologías presentadas —algunas de las más comunes— ofrecen herramientas valiosas para describir las relaciones entre los factores que componen el riesgo, entender la probabilidad y magnitud de eventos climáticos extremos, y evaluar su impacto en comunidades y ecosistemas. Sin embargo, no existe una metodología única que pueda abordar de manera exhaustiva la diversidad de desafíos asociados con el riesgo climático.

La elección y combinación entre estas metodologías debe guiarse por la naturaleza específica del análisis, los recursos disponibles y los objetivos perseguidos. Cada enfoque presenta ventajas y limitaciones, y será más pertinente en un caso u otro. La complementariedad entre abordajes puede enriquecer las evaluaciones, proporcionando una comprensión más robusta de los riesgos.

En última instancia, la búsqueda de la metodología óptima debe ir de la mano de un enfoque adaptativo y flexible, capaz de evolucionar conforme se desarrolla nuestra comprensión del cambio climático y sus impactos. La tarea es urgente, pero podemos construir estrategias sólidas para comprender y gestionar los riesgos generados por el cambio climático.


[1] ‘Reisinger, Andy, Mark Howden, Carolina Vera, et al. (2020) The Concept of Risk in the IPCC Sixth Assessment Report: A Summary of Cross-Working Group Discussions. Intergovernmental Panel on Climate Change, Geneva, Switzerland. pp15. Consultado 18 Enero 2024 de https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/2021/02/Risk-guidance-FINAL_15Feb2021.pdf

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