Sistematizar y analizar conocimientos científicos y normativos para observar los avances en adaptación en la región.
Mapear indicadores que cubran aspectos clave para observar el progreso en la adaptación, incluyendo dimensiones temáticas, así como aspectos relacionados con el ciclo de políticas de adaptación.
Comunicar de manera efectiva y promover diálogos intergubernamentales e interagenciales, brechas, avances y toma de acción en adaptación en la región.
El Objetivo Global sobre Adaptación (GGA por sus siglas en inglés) es un compromiso colectivo bajo el Artículo 7.1 del Acuerdo de París, destinado a «mejorar la capacidad de adaptación, fortalecer la resiliencia y reducir la vulnerabilidad al cambio climático a nivel mundial». El Objetivo se concibe como un marco unificador que puede impulsar la acción política y el financiamiento para la adaptación. Esto implica establecer objetivos específicos y medibles, así como mejorar el financiamiento y apoyo a la adaptación en los países en desarrollo.
El establecimiento e implementación del Objetivo Global sobre Adaptación (GGA) ha enfrentado desafíos complejos debido a la naturaleza localizada de la adaptación y la dificultad de alcanzar un consenso político sobre temas como la responsabilidad diferenciada. Aunque la COP28 marcó un avance, quedan importantes brechas. El marco actual carece de indicadores específicos y medibles para rastrear el progreso hacia los objetivos globales de adaptación.
El programa de trabajo de los Emiratos Árabes Unidos (2023-2025) busca abordar estas y otras deficiencias y fortalecer el marco del GGA.
La decisión de la COP28 (7/CMA.3) establece un total de 11 metas para enmarcar el GGA y su evaluación: siete basadas en temas clave y cuatro relacionadas con el ciclo de política de adaptación.
Las siete metas temáticas destacan prioridades globales para la adaptación en los sectores de agua, alimentos y agricultura, salud, ecosistemas y biodiversidad, pobreza y medios de vida, infraestructura y patrimonio cultural. Sin embargo, aunque estos sectores son importantes a nivel mundial, su relevancia varía en todo el mundo. Los países deben contextualizar cómo se aplican estos temas en sus geografías.
Las cuatro metas de proceso reflejan las cuatro dimensiones del ciclo iterativo de adaptación, que a su vez están alineadas con el proceso del Plan Nacional de Adaptación (PNA): realizar evaluaciones de impacto, vulnerabilidad y riesgo; planificar la adaptación; implementar planes y acciones de adaptación; y establecer sistemas de monitoreo y evaluación para la adaptación.
La decisión de la COP28 también incluye consideraciones transversales para implementar el marco, incluyendo enfoques participativos, transparentes y con perspectiva de género.
El ORA integra las metas establecidas por el Marco de Resiliencia Climática Global como ejes temáticos y estructurales. Además, incluye los aspectos transversales de enfoque de género, participación y financiamiento.
Ejes temáticos Ejes estructurales del ciclo de adaptación Ejes transversales
En la última década, se han utilizado varios métodos y fuentes de datos para rastrear el progreso de la adaptación, incluyendo revisiones sistemáticas, comunicaciones formales de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y documentos de proyectos de agencias de financiamiento internacional. También se están explorando nuevos enfoques como las herramientas de big data.
Cada método ofrece ideas únicas, pero también tiene limitaciones, lo que indica que ningún enfoque por sí solo es suficiente. Es valioso explorar las fortalezas, debilidades y aplicabilidad de estos diferentes métodos en su conjunto, así como sus posibles sinergias.
En respuesta, el ORA adopta un enfoque híbrido para observar el progreso de la adaptación, combinando una serie de enfoques. Por ejemplo, si bien los análisis cuantitativos tradicionales (principalmente indicadores e índices) siguen siendo la herramienta principal, el ORA complementa este método con una recolección de evidencia cualitativa más diversa y detallada.
En el marco del GGA, este enfoque híbrido ofrece beneficios únicos, ya que no solo permite capturar el progreso de la adaptación, sino también analizar cómo las decisiones en torno a la adaptación han evolucionado en el tiempo.
Mapeo de indicadores globales y nacionales
Criterios de pre-selección
Talleres participativos con actores clave
Levantamiento de información
Mapeo de acciones subnacionales
Lanzamiento de plataforma web
Comunicación y diálogos
Actualización periódica
Para obtener información valiosa sobre el progreso de la adaptación en la región de América Latina y el Caribe, se consideran varias fuentes de datos, que incluyen:
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