Adaptación en los Andes

Los Andes presentan unos de los regímenes de clima más diversos y complejos del mundo, y se caracterizan por una alta heterogeneidad ambiental, social y cultural.  

El calentamiento global ha provocado la pérdida de glaciares en los Andes desde el 30 hasta más de 50% en superficie desde la década de 1980 (IPCC AR6). Además, la creciente variabilidad de las precipitaciones ha afectado sectores como agricultura y la energía, lo que exacerba los conflictos por el uso del agua para ecosistemas y comunidades altoandinas y el suministro de agua para las zonas urbanas y agrícolas de las tierras bajas.  

Se prevé que los impactos sobre los medios de vida rurales y la seguridad alimentaria empeoren, en particular para los pequeños y medianos agricultores y los pueblos indígenas de las montañas andinas, incluida la reducción general de la productividad y la disponibilidad de agua.   

Ante la urgencia y complejidad de esta crisis, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente viene colaborando con la Iniciativa Andina de Montañas (IAM) y su Secretaría Técnica, CONDESAN, para fortalecer las plataformas de gobernanza y cooperación regional por el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible en los países andinos, con un especial énfasis en la construcción de resiliencia mediante la promoción de Soluciones basadas en la Naturaleza.